Encrucijada

En varias ocasiones hemos dicho que estamos viviendo momentos muy difíciles. Pero me atrevo asegurar que este momento es el más peligroso en la historia de nuestro país.

Con la pandemia, los demócratas y sus aliados de la gran prensa están dedicados a promover el miedo y la histeria, mientras presionan por extender el cierre de la economía el mayor tiempo posible. Ellos saben que ese cierre induce a un alto desempleo y a la recesión.

Lo que estamos viendo en las calles son las tácticas revolucionarias aconsejadas en los libros de subversión marxistas. Las escenas de violencia y caos en Seattle, en Minneapolis, en Portland, en Chicago, en Atlanta, etc. son sólo la primera fase de la revolución planeada para tomar el poder en Estados Unidos. La segunda fase planeada sería mucho más violenta y llevaría inexorablemente a la guerra civil.

En esta primera fase el grupo “Capital Hill Occupied Protest” ha reclamado la soberanía sobre un área de

Seattle, pretendiendo así crear un estado soberano dentro del territorio americano. Esto encierra un gran peligro. Primero, intentan remplazar a los policías que han jurado defender la Constitución por una milicia marxista. Eso conlleva el peligro de que esas áreas rebeldes declaren su obediencia, no a Estados Unidos, sino a las Naciones Unidas y a su agenda 2030 (agenda destinada a poner un control mundial a través de la ONU). De concretarse ese plan, se crearían ciudades-estados, lo que de hecho sería crear naciones dentro de una nación. En ese sentido la familia de George Floid ha dado el primer paso, al pedir que una comisión de la ONU investigue las muertes de negros a manos de la policía en nuestro país. La nueva policía de la ONU podría estar integrada por grupos de la izquierda americana.

Todo ese plan sigue las enseñanzas del ideólogo comunista italiano, Antonio Gramsci, quien dijo: El viejo orden está muriendo y el nuevo orden lucha por nacer. Ahora es el momento de que las turbas tomen las calles para abrirnos el camino.

Todas las revueltas actuales están organizadas principalmente por 3 grupos: The Black Lives Matter; Antitfa y Refuse Fascim. Las tres organizaciones han sido señaladas como grupos terroristas. Black Lives Matter surgió en el 2013, declarándole la guerra a las agencias de policía. Su grito de guerra es ¿Qué queremos? Matar policías. ¿Cuándo? Ahora. La cofundadora de B.L.M., Patrisse Cullors, declaró a la prensa orgullosamente que ella es una marxista militante. Por su parte, el dirigente de B.L.M. en New York declaró a Fox News lo siguente: Si este país no nos da lo que pedimos, entonces lo haremos arder de una punta a la otra, hasta destruir el sistema actual y remplazarlo.

El primer motín creado por B.L.M. ocurrió en Fergueson, Missouri, por la muerte de Michael Brown. Se le dijo a la comunidad negra que Brown tenía las manos alzadas y se había rendido a la policía. Sin embargo, las investigaciones y las declaraciones de 6 testigos de la raza negra, mostraron que el hombre de 300 libras había cometido un robo a mano armada y durante el mismo había asesinado al tendero. Los testigos agregaron que cuando la policía trató de arrestarlo, Brown atacó al agente e intentó arrebatarle el arma. Por ello la fiscalía no le hizo cargos al policía.

Por su parte, Antifa ha existido durante varias décadas. Nació en la Alemania en los años 30 y se organizó en Estados Unidos en el 2007, en la ciudad de Portland, Oregón (por cierto, que Portlant era conocida como el Moscú de América). Antifa está integrado principalmente por comunistas y anarquistas. Su bandera es roja y negra con un círculo blanco en el centro que a su vez tiene una gran letra A de color blanco. El fiscal general de Estados Unidos, Willian Barr los acusó de incitar los disturbios tras la muerte George Floid.

Refuse Fascim fue formado por el Revolucionary Comunism Party. Su cuartel general está ubicado en una librería del R.C.P. en la barriada de Harlem en New York. Se formó después de la victoria electoral de Donald Trump en el 2016. En sus filas hay grupos de musulmanes, de negros y de hispanos, todos de ideas marxistas. En Enero del 2017, uno de los dirigentes de esa organización, Tedd Sirita, argumentó que Trump tiene las características de un fascista y afirmó que su presidencia sería una alianza entre el capitalismo y el cristianismo. Otro miembro de esa organización, Sunsara Taylor, declaró que se opone a Trump, porque él promueve la supremacía blanca, la brutalidad policiaca y que el vicepresidente Pence se opone a todo tipo de aborto. A Refuse Fascim se le atribuye el haber promovido la llamada Primavera Árabe y el juicio político al presidente de Corea del Sur, Pak Gew-bype. Estos agitadores piden la eliminación de la Constitución, alegando que fue redactada por esclavistas blancos. También afirman que ellos buscan terminar con el capitalismo para implantar un sistema socialista. Debemos recordar que Barak Obama dijo que había que transformar fundamentalmente a los Estados Unidos. Yo me pregunto ¿Qué sentido tiene transformar al país más poderoso económica y militarmente en la Historia de la humanidad?

Regresando a B.L.M., en el 2015 el presidente Obama invitó a la Casa Blanca a los dirigentes de B.L.M., a los que abrazó y dijo: ellos están mucho más organizados que lo que estaba yo a su edad. Estoy confiado que ellos llevaran al país a nuevos niveles sociales.

En Agosto del mismo año, El Comité Nacional Demócrata aprobó una resolución apoyando a B.L.M. Al mes siguiente los activistas de B.L.M. Brittany Paknet, DeRay Mckesson, Johneta Elzie, Phillip Agnew y Jamye Wooter fueron a la Casa Blanca para reunirse con Barak Obama y su consejera Valerie Jarret. En esa reunión estuvieron presentes varios miembros del gabinete, incluido Joe Biden. Al terminar la reunión, Packnet dijo a la prensa que el presidente Obama personalmente apoya al movimiento B.L.M., a pesar de que esa organización es la sombrilla de varias otras organizaciones subversivas de izquierda como The Freedom Road Socialist Organization, Dream Defenders, Black Alliance For Just Inmigration y el Comunism Party.

El icono de B.L.M. es Assat Shakur, a la que llaman “Mama Shakur”. Esa mujer asesinó a un policía de New Jersey que era veterano de Vietnam. La Shakur se refugió en la Cuba castrista. Cuando Fidel Castro murió, la dirigencia de B.L.M. publicó un artículo en el que manifestaron el dolor por la pérdida del Comandante y prometían seguir su ejemplo en la lucha para cambiar el mundo. Agregaba que Castro y Shakur son las figuras que los inspiran. En sus reuniones, los miembros de esa organización recitan el lema: Nuestro deber es pelear por nuestra libertad, no tenemos nada que perder más que nuestras cadenas. Utilizando una frase sacada de El Manifiesto Comunista de Karl Marx. Inspirado por ese lema. En Dallas, Texas, el racista negro, Micah Johnson, asesinó a 5 policías e hirió a otros 9 más.

La pregunta que muchos se hacen es ¿Cómo esos grupos logran movilizar a lo largo y ancho del país a miles de personas para que participen en las protestas y motines? La respuesta es dinero. Esas organizaciones son financiadas por poderosos plutócratas a través de sus fundaciones como: Ben & Jerry Fundation, Ford Fundation, The Rockefeller Fundation, The Hill Snouder Fundation, The Nova Fundation, The Neighborhood Founder Group y The Open Sociaty Institute, de George Soros. Por cierto que al cumplir 90 años, Soros dijo que él confía que Trump será un fenómeno transitorio. Agregó y cito: Estamos en la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial y el actual movimiento revolucionario tiene más posibilidades que los que tendría en tiempos normales. Las cosas que en tiempo normales no son posibles, ahora pueden suceder, fin de la cita. Señores, recuerden las palabras del ex jefe de gabinete de Obama, Rahm Enmanuel: No se puede desperdiciar una buena crisis.

Los grupos subversivos intenta convencer al mundo que Estados Unidos es un país institucionalmente racista. Cuando en realidad es la nación menos racista, más tolerante y más integracionista del planeta. En ese plan están llevando a cabo el viejo método marxista de intentar borrar la historia del país, para cambiarla a su gusto. El extremo lo ha puesto Nikole Hannal-Jones, que en el New York Times creó el llamado Proyecto 1619. Este proyecto pretende que la historia de Estados Unidos debe comenzar en 1619, pues fue en esa fecha que llegaron los primeros esclavos negros al país. Hannal-Jones escribió recientemente: La raza blanca es la mayor asesina, violadora y ladrona del mundo moderno. Eso a pesar de que la población negra de Estados Unidos que es el 13 % del total de habitantes del país, realiza el 51 % de los asesinatos. La realidad es que cada año miles de negros son asesinados, violados y golpeados por otros negros. De acuerdo con el FBI en el 2016, 2870 negros fueron asesinados, de ellos 2570 murieron a manos de otros negros y 243 a manos de blancos. Durante el 2020 hasta el mes de Junio, Chicago tuvo 1260 tiroteos y 256 homicidios, las víctimas fueron casi todas negros. Por cierto, en ese tiempo sólo 3 personas murieron en incidentes con la policía.

Las maniobras de los conspiradores mundialista están dirigidas a denigrar a Estados Unidos. Para ello están recurriendo al Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. El 17 de Junio de este año dicho Comité se reunió en su sede de Ginebra para discutir el supuesto sistema racista de Estados Unidos. Entre los miembros actuales de dicho Comité hay regímenes violadores de derechos humanos como Sudan, Venezuela, Paquistán y Qatar. En el pasado el atroz régimen de la Habana ha integrado ese Comité. En la sesión de Junio el panel tuvo entre sus miembros a la Alta Comisionada para Derechos Humanos, la expresidenta de Chile y activa socialista, Michelle Bachelet.

Mientras tanto, los conspiradores mundialistas se han dado a la tarea de destruir estatuas y monumentos nacionales bajo el pretexto de que honran a racistas. En Portlant, Oregón, los facinerosos echaron a bajo una centenaria estatua de George Washington envuelta en una bandera americana incendiada. En Washington D.C. el memorial de Jefferson fue dañado. En San Francisco fue derribada una estatua de Francis Scott Key, el autor del himno nacional. Recordemos cuando Obama dijo que el himno nacional debía ser modificado porque su letra era muy belicosa. El colmo es que el fundador de Real Justice, Shaun King, pidió que se derriben las estatuas, murales y vitrales de Jesús, su madre y sus amigos, ya que simbolizan la supremacía blanca.

Como evidencia de que estos vándalos no destruyen solamente monumentos de supuestos racistas, están las estatuas de Abraham Lincoln y de Ulises Grant en Wisconsin. El primero fue el presidente que firmó la ley de Emancipación que liberó a los esclavos y el segundo fue el jefe del ejército que durante la Guerra Civil luchó contra los confederados sureños. Por cierto, Nancy Pelosi retiró de los salones del Congreso los retratos de varios presidentes de la Cámara que fueron confederados. Lo que la Pelosi olvidó decir, fue que todos eran demócratas.

Durante décadas los demócratas se han vendido como los defensores de los pobres y las minorías. Sin embargo, veamos cual es la realidad. Las ciudades con mayores índices de crímenes y de pobreza han sido gobernadas durante años por los demócratas. Ejemplos son: Detroit, St Louis, Baltimore, Newark, Buffalo y Filadelfia. Los niveles educacionales de las ciudades administradas por demócratas son pésimos. En el 2016, en Baltimore en 13 high schools ningún alumno aprobó el examen de matemática, en otros 6 high schools sólo el 1 % lo aprobó y solamente el 15 % de los estudiantes aprobaron el examen de gramática. En Filadelfia el 19 % aprobó matemática y el 16% aprobó gramática. En Detroit el 4 % de los alumnos aprobó en matemática y el 17 % aprobó en lectura. Todo eso y los altos impuestos están provocando el masivo éxodo de personas de esas ciudades. En 1950 Baltimore tenía 950 mil habitantes, hoy tiene 548 mil; Washington tenía 800 mil, hoy tiene 705 mil; Detroit tenía un millón 850 mil, hoy tiene 673 mil; St. Louis tenía 856 mil, hoy tiene 294 mil y así siguen Chicago, New york, etc.

El deseo de desestabilizar al país para intentar dañar políticamente a Trump, hace que funcionarios en altos cargos estatales y de ciudades estén permitiendo que el 2% de la sociedad esté destruyendo a la nación. El grado de estupidez o de maldad de esos elementos es horripilante y es increíble que la gran prensa sea cómplice en todo este mal. La ciudad de Portlant lleva semanas sufriendo el caos en sus calles, pero incomprensiblemente el fiscal estatal ha retirado las acusaciones en contra de cientos de arrestados acusados de violencia v vandalismo durante los motines. Los demócratas de Virginia conspiran para degradar los asaltos físicos contra los policías de una felonía a un delito menor. A diario se ven escenas de jóvenes militantes negros golpeando salvajemente a personas de otras razas, en especial a blancos, mientras muchos alcaldes y fiscales se hacen de la vista gorda.

Ahora los demócratas han escogido a Joe Biden como su candidato presidencial. Biden ha sido uno de los senadores menos productivos. Por lo que más se conoce a Biden es por haber alardeado en una entrevista televisiva de haber chantajeado al gobierno de Ucrania, cuando le dijo al presidente de ese país, Volodymyr Zelensky, que para recibir los miles de millones de dólares en ayuda de Estados Unidos, primero tenía que despedir al fiscal, Viktor Shokin, que investigaba un caso de corrupción por parte de la compañía energética Burisma, vinculada a Hunter Biden, hijo del entonces vicepresidente Joe Biden. Los demócratas están conscientes de que este señor tiene serios problemas neurológicos, que se evidencia en sus alocuciones. Hace unas semanas le pidió a sus seguidores que le ayudaran en su elección para senador y unos días después les pidió que lo ayudaran a derrocar a Ronald Reagan. La lógica indica que ellos estarían preparando las condiciones para poco después de que Biden sea juramentado, se le declare incapacitado para gobernar y sea sustituido en la presidencia por la vice Kamala Harris. De esa manera pudieran llevar a la presidencia a una persona más vinculada a la extrema izquierda y que de otra manera sería casi imposible que el pueblo americano la eligiese al cargo.

¿Quién es Kamala Harris? La senadora por California, fue fiscal de ese Estado y durante ese tiempo ella implantó medidas a través de las cuales las sentencias que la fiscalía solicitaba para los acusados eran menos severas que las habituales. Harris se ha burlado públicamente de la Constitución a la que califica de anacrónica. Ella aboga en favor de una ley que confisque las armas en manos de los ciudadanos no militares. Ha prometido prohibir los seguros de salud privados, para imponer un seguro nacional. Harris apoya eliminar todas las restricciones a otorgar fondos estatales para abortos. Ha prometido que en caso de que el Congreso no acepte sus orientaciones, buscara alternativas para evadir la oposición de la rama legislativa. Kamala es una entusiasta del irracional plan energético de Alexandra Ocasio Cortez. Su comportamiento en el Senado muestra a la señora Harris como la menos dispuesta a alcanzar acuerdos bipartidistas y la califican como la persona más a la izquierda en el Senado, más que el confeso marxista Berni Sanders. La jugada les está saliendo a los demócratas bastante bien, si tenemos en cuenta que hasta la llegada del virus chino la reelección de Trump estaba garantizada. Con una economía en el mejor momento de su historia, con los índices de desempleo más bajos en la historia de este país, especialmente entre los negros y los hispanos-parlantes. Pero la pandemia y la cuarentena impuesta está destrozado nuestra economía. Si como yo sospecho, los chinos soltaron el virus, el plan fue genial para intentar arruinar a Occidente y de esa manera hacer que la crisis interna que Beijing está sufriendo quedara diluida en la panorámica mundial. Algunas personas me dicen, si eso es así, Washington lo sabe. ¿Por qué no reacciona? La respuesta podría ser. Porque entonces tendríamos una posible guerra nuclear. Un plus que pudiera tener la pandemia para China, es la posibilidad de que Trump pierda la relección y con el regreso de los demócratas a la Casa Blanca, los chinos podrían seguir con la piñata de esquilmar a los Estados Unidos.

Señores lo más importantes en estos momentos son las elecciones de Noviembre. Debemos entender que no se trata de escoger a un partido político, ni a un candidato especifico, se trata de decidir el rumbo de los Estados Unidos. Decidiremos entre dos sistemas político-económico-social. De un lado está la vieja ambición de los gestores de un Nuevo Orden Mundial. Su labor es de siglos en el propósito de crear un gobierno mundial dirigido por una élite plutócrata que nos gobernará. No olvidemos que lo único que se interpone a esa ambición es los Estados Unidos con su Constitución, con su república democrática, con la devoción por la libertad de los americanos y por su fe en el Sumo Ceador. Con un gobierno de socialistas fabianos en el poder, Estados Unidos perdería esos baluartes y el resto del mundo caería como las fichas de dominó. Del otro lado, está la visión nacionalista, que busca garantizar todos nuestros derechos y libertades. Desde poder escoger adorar al dios que queramos o de no creer en Dios si así preferimos, hasta proteger la propiedad privada y el derecho a capitalizar. Una política que rechaza todo control económico e influencia política del extranjero.

Entendamos que hay una ideología que pretende arruinar a la nación, para poder así establecer un sistema socializante que sería el primer paso para establecer la tiranía de un gobierno mundial que nos convertiría a todos en siervos de esos nuevos amos.

Yo tengo edad suficiente para recordar como las personas hacían de las elecciones una fiesta y era un orgullo ejercer el derecho al sufragio. Para los cubanos de Miami que habían perdido ese derecho en su país de origen, era un deber sagrado y en cada elección daban un ejemplo de participación. Desgraciadamente en las recientes elecciones primarias el número de votantes cubanos fue bajo. No debemos olvidar que muchos sacrificios tuvimos que pasar en el pasado para hacer sentir nuestra voz anticomunista. Hoy son muchos los hermanos nicaragüenses y venezolanos que también están sufriendo el comunismo y son muchos los colombianos y de otras nacionales que han sentido el zarpazo de ese engendro diabólico creado por Marx. No podemos permitir que elementos con el propósito de establecer en esta nación una dictadura socialista pueda llegar al poder. Recuerden que esos elementos perniciosos poco a poco se han ido apoderando del Partido Demócrata y hoy por hoy su dirigencia está formada por marxistas o por gentes que sólo buscan enriquecerse, sin importarles el bien de la nación.

Desgraciadamente algunos de esos mercenarios de la política están también enquistados en el Partido Republicano, es precisamente a esos a los que se refirió Trump al llamar a Washington DC como el pantano. Nunca debemos olvidar que Trump ganó la presidencia sin el respaldo efectivo del Partido Republicano, lo hizo con el apoyo de los conservadores, republicanos, Independientes y hasta demócratas. En el condado Miami Dade, el Partido Republicano apenas si le brinda apoyo a los candidatos locales republicanos. No olvidemos que en Enero del 2017, Nancy Pelosi hablando en un banquete en New Hampshire dijo: Colegas republicanos no podemos permitir que Trump venga a destruir lo que tanto Uds. como nosotros queremos. Dando por sentado que hay un entendimiento mutuo. Por eso han visto tantas filtraciones en la Casa Blanca y como tantos falsos republicanos atacan a Trump. Desafortunadamente, los partidos en este país no tienen disciplina de partido. ¿Qué significa eso? Pues que en otros países si Ud. no apoya la línea partidista es expulsado, pero aquí no. Se dan casos como los Bush y sus seguidores como Ana Navarro, los Collin Powell, etc. que se han quitado las caretas en este momento decisivo.

Señores es imprescindible que cada uno de nosotros nos convirtamos en un militante en defensa de nuestro sistema social y de gobierno, de lo contrario veremos con tristeza como nosotros mismos habremos abierto la puerta a la peor plaga que ha sufrido la humanidad y que esclavizará nuestros hijos y nietos. Si lo dudan, miren que pasa en los países donde ese sistema maldito se ha implantado, como Cuba y Venezuela en nuestro continente. Aquí mismo en Estados Unidos están viendo lo que ocurre en Seattle, en Portlant, en Chicago y en todas las ciudades administradas por demócratas fabianos. Es un pálido reflejo de lo que sucederá si esos vándalos hayan tomado el poder.

Dios nos bendiga y salve a Estados Unidos. Que nos conceda la claridad mental para escoger a los gobernantes que nos libren de las cadenas y la opresión marxista.