LA VICTORIA GLOBALISTA
- Orlando Trujillo
- Mar 17, 2021
- 11 min read

Bueno, ya pasaron las elecciones, amañadas o no, y tenemos a Joe Biden como presidente.
Biden ha dejado claro que su primer objetivo es revertir las medidas que el ex presidente Donald Trump había establecido para poner a América Primero. ¿Qué significa Poner América Primero? Significa buscar que los acuerdos y medidas que nuestra nación adoptara fueran en beneficio del país y para la seguridad de los Estados Unidos. Para hacerlo, el flamante presidente ha firmado un nuevo record de órdenes ejecutivas. Al parecer, Biden piensa dictar leyes sin necesidad del Congreso. Eso a pesar de que los demócratas controlan la Cámara y el Senado.
Debemos reconocer que el 2020 fue un año extraño y violento, con turbas izquierdistas quemando, vandalizando y saqueando ciudades, no olvidemos los escándalos de las grandes tecnológicas, ni la vergonzosa complicidad de la prensa con los conspiradores globalistas en sus maniobras anti Trump.
La vinculación de la gran prensa con los conspiradores globalistas ha sido denunciada muchas veces. El periodista James O’keefe lo hizo en su libro “América Pravda” (que era el principal periódico de la Unión soviética). Ya en 1986 los investigadores: Robert Lichter, Stanley Rothmany y Linda Lochter en su libro “The Media Elite, América New Powerbrokers” expusieron que la inmensa mayoría de los miembros de la prensa eran mucho más izquierdistas que la mayoría de la población de Estados Unidos. Explicaron que en la década de1990 se reclutaron jóvenes de ideas izquierdistas y del movimiento gay rights para que ingresaran en las facultades de periodismo. A eso agréguese el hecho de que durante la década de 1920 Walter Lippman (llamado el padre del periodismo moderno) había establecido un concepto elitista de izquierda como base del periodismo en E.U.A.
Señores, tengamos siempre presente que los grandes medios de prensa son propiedad de las grandes corporaciones. Por ejemplo: AT&T es dueña de CNN; Concast es dueña de NBC, CNBC y MSNBC; Disney es propietaria de ABC y ESPN; Viacont tiene a CBS; Amazon es dueña del Washington Post, además posee varias empresas en China. Quizás por eso ese periódico lanzó una campaña en contra de Trump, llamándolo xenofóbico, cuando Trump responsabilizó a China de la pandemia del COVID 19. Campaña que fue respaldada por otros medios de prensa, así como por políticos como Nancy Pelosi y Joe Biden. Debemos comprender que esos medios no pueden disgustar a sus propietarios. Motivo de la vergonzosa parcialización de la gran prensa ocultando la corrupción de Biden y su hijo Hunter Biden, mientras demonizaban a Trump.
En cuanto a las grandes tecnológicas, en su afán por sacar a Trump y su filosofía de la Casa Blanca se adjudicaron el derecho, no solo de cerrarle al ex presidente Trump la posibilidad de comunicarse con los usuarios, también de censurar las opiniones de sus usuarios.
En sus esfuerzos para completar la agenda globalista de desprestigiar a la República nacida en 1776, la periodista Nikale Hannah-Jones del New York Times, cataloga a la raza blanca como diabólicamente bárbara y de chupasangre. Esta mujer ha escrito un libro en el que dice que se debe considerar el 1619 como la fecha en que nació Estados Unidos, pues esa fue la fecha en que llegaron los primeros negros esclavos a este país. Además, esta aberrada afirma que Cristobal Colón y Adolfo Hitler eran iguales en sus propósitos. Increíblemente, el New York Times editó el libro y lo distribuyó gratis a escuelas de California, en donde es utilizado. Como protesta por semejante acción, varios periodistas de ese periódico renunciaron.
La verdad es que la profunda división del pueblo estadounidense no es entre demócratas y republicanos, ni tan siquiera entre Joe Biden y Donald Trump. En realidad, es entre los nacionalistas y los globalistas, entre el bien y el mal. Un mal que se enmascara como bien, haciendo creer que lo que ayer era inmoral hoy es moral, que lo blanco es negro y lo negro blanco. Intentando convencernos de que nuestras tradiciones y creencias son malas y que aceptemos como buenas las que siempre han sido malas. Como dijera el pastor Billy Grahan: Estas gentes ven al demonio como algo bueno y a la voluntad de Dios como algo malo. El propósito es hacer lo que en inglés se llama The Great Reset. ¿Y eso qué significa? Significa que hay que hacer un nuevo comienzo, o lo que es lo mismo, instaurar un Nuevo Orden. Recordemos que Barak Obama dijo que buscaba cambiar fundamentalmente a los Estados Unidos, algo que ha sido ratificado por Biden. De esa misma opinión es el senador Chuck Shumer, que antes de la elección en Georgia para ocupar dos escaños en el Senado, declaró: Ahora tomemos a Georgia y entonces cambiaremos a Estados Unidos.
Por ese mismo camino de llevarnos hacia el Nuevo Orden Mundial están las élites del mundo, incluyendo las de aquí. El fundador del Foro Económico Mundial, Klaus Schumb, declaró: El mundo entero, desde Estados Unidos a China, debe unirse rápidamente para transformar a toda nuestra sociedad incluyendo la economía para establecer un nuevo orden en el capitalismo. De esa misma opinión son el príncipe Carlos de Gran Bretaña; la jefa económica del Fondo Monetario Internacional, Gina Gopinath; el Secretario General de la ONU, Antonio Gutierrez, así como la mayoría de los dirigentes de las grandes corporaciones, entre ellas Microsoft.
El ex secretario de estado, John Kerry, hablando en el Foro Mundial Económico, dijo: la administración Biden apoyar el Great Reset y que eso sucederá más rápido y con más intensidad de lo que la gente pueda imaginar.
Señores olvídense de las declaraciones socializantes del momento, recuerden que las grandes élites no buscan igualdad para todos, la historia nos ha demostrado que lo que buscan es poder, riqueza y privilegios para ellos. Buscan como los antiguos emperadores romanos, ser vistos como dioses. Pero cada vez que los humanos intentan ser dioses, se transforman en demonios. Acaso no son diabólicas muchas de sus acciones. Son defensores a ultranza del aborto, del transgenerismo en los niños, en suprimir las libertades individuales, etc.
El pastor John MacArthur dijo recientemente: Estados Unidos asesina a los bebés en el vientre materno; a las criaturas que sobreviven las seducen para que cambien de género; si evade eso, lo corrompen con educación atea; de adolescente lo sumergen en la pornografía y de adulto lo estimulan a que se divorcie del concepto de familia, que como sabemos es la piedra angular de la sociedad humana. Fin de la cita.
Algo que ese Reset o Nuevo Orden busca es establecer una marca de identificación para cada persona (recuerden la marca de la Bestia profetizada en la Biblia). Recientemente el dictador chino, Xi Jinping, propuso a los gobernantes del mundo que se estableciera un sistema de rastreo usando un código de barra (como lo usados en las mercancías), para que se pudiera identificar el estado de salud de la persona (algo parecido ya ha sido implantado en Dinamarca). Lógicamente ese sería el instrumento ideal para posteriormente tener identificada y controlada a la población.
En los planes del globalismo, a mayor o menor plazo, está un sistema controlador en el que las corporaciones sólo puedan funcionar con una autorización del gobierno, esa autorización podrá ser revocada si la corporación no se ajusta a las indicaciones dictadas a ella. También se deberá buscar que las empresas funcionen con robots y con inteligencia artificial, lo que proveerá ingresos para la población humana, que vivirá con un salario universal que le otorgará el gobierno (algo así como un welfare obligatorio). En esos planes económicos, los pequeños y medianos negocios dejarían de existir, ya que serían devorados por las super corporaciones. De hecho, la población no poseería ninguna propiedad y las personas habitarán en viviendas proveídas por el gobierno. Eso, según lo plantea el libro Stokeholder Capitalism, del economista Klaus Shuwab. Por cierto, eso es algo que algunos ideólogos han sugerido y pienso que quizás los sucesivos cheques de estímulo por el COVID 19, podrían ser un ensayo de ese plan. Como comprenderán eso haría a las personas totalmente dependientes del gobierno. Incluso en su libro “Brave New World”, Alodous Hayley, recomienda que para controlar y calmar a la población se distribuyan drogas destinadas a ese fin.
Alguien que está informado sobre los planes de control mundial es el arzobispo Carlos María Vigano. Vigano fue Nuncio Apostólico en Estados Unidos (es decir, el embajador del Vaticano). En el 2013, Vigano destapó la corrupción financiera en la Santa Sede y en el 2018 acusó al Papa Francisco y otros altos clérigos de ocultar los abusos sexuales del entonces cardenal Theodore McCarrick. Este arzobispo le escribió 3 cartas al presidente Trump instándolo a luchar en contra de quienes conspiran para privar al hombre de su libertad, implantando un Nuevo Orden Mundial. Afirma que el Papa forma parte de esa conspiración. Agrega, que se trata de una conspiración de los hijos de la oscuridad en contra de Dios y de la humanidad. Recordó que las bases de la sociedad son: la familia natural, el respeto a la vida humana, libertad de educación, libertad de creencia y de comercio. Continuó diciendo que actualmente vemos a jefes de Estados y dirigentes religiosos que están llevando a un suicidio a la Cultura Occidental y de su alma cristiana. Advirtió que el Great Reset es un plan para que la élite global pueda subyugar a toda la humanidad.
Entre los planes anunciados por estos globalistas en E.U.A. están: Reformar la Constitución, eliminar el Colegio Electoral, aumentar el número de jueces en el Tribunal Supremo Federal, para así contar con una mayoría nombrados por ellos, así como confiscar las armas de los ciudadanos para prevenir una posible rebelión en contra de la implantación de tales medidas radicales.
En su desesperación para evitar que Trump pudiera revertir el camino hacia el Nuevo Orden Mundial, los conspiradores globalistas prostituyeron instituciones tradicionalmente respetadas. Ejemplos son los casos de sujetos como John Brenan, ex director de la CIA; James Clapper, ex director de Inteligencia Nacional; James Comey, ex director del FBI; Andrew McCabe, director diputado del FBI, olvidaron su juramento de servir a la nación y respetar la Constitución, para estar al servicio de la agenda política de la élite supra capitalista. Todos estos individuos al ser despedidos por Trump fueron recogidos por sus cómplices en la gran prensa. Brenan fue contratado por MSNBC, como analista de seguridad (recientemente este sujeto ha declarado que cada día se siente más avergonzado de ser blanco); Clapper fue contratado por CNN con similar papel; Comey se convirtió en colaborador de CNN; McCabe también fue contratado como analista por CNN. Por otra parte, la exagente del FBI, Lisa Page y su amante y también miembro del FBI, Peter Stazok (recuerden que ambos fueron figuras instrumentales en la falsa acusación a Trump de estar en complicidad con Rusia). Bueno, pues los dos fueron contratados por CNN.
Como hemos dicho muchas veces, la conspiración para socavar a los Estados Unidos comenzó hace más de un siglo y se propulsó a fines de la década del 1920, para continuar en las décadas del 30 y 40 del siglo pasado, cuando llegaron a Estados Unidos procedentes de Europa cientos de profesores universitarios de ideología marxista. Esa inmigración se agudizó en los años 30, cuando debido al nazismo se cerró en Alemania la escuela de neo marxismo de Frankfort, llamada “Escuela de Teoria Práctica”. La mayoría de sus profesores vinieron a este país durante la presidencia de Franklin Delano Roosevelt. Los más destacados fueron Theodore Adorno, Jackes Derrida, Herbert Marcuse y Max Horkheimer. Todos ellos radicales opositores a los valores cristianos. Adorno y Walter Benjamin se encargaron de convertir a Hollywood en un instrumento de la agenda globalista. El ideólogo marxista, Saúl Alinsky, edificó su Escuela de Organizadores Comunitarios sobre las bases de la Escuela de Frankcfort. En una de esas escuelas se entrenó Barak Obama.
Marcuse es considerado el padre de la Contracultura, con la sociedad permisiva y el movimiento hippy. Los demás fueron a diferentes universidades a derramar su odio de clases y sus ideas de transformación del mundo. Tenían como principal meta la destrucción de la Civilización Occidental. Civilización que implantó en el mundo los conceptos de derechos humanos, de respeto a las libertades individuales, la igualdad ante la ley y prácticamente todos los avances sociales de la humanidad.
Recuerden que nos enfrentamos a una antigua ambición por parte de los miembros de una sociedad secreta que aspira a gobernar al mundo. Esos siniestros personajes a través de los siglos han estado elaborando sus planes de conquista mundial. Han infiltrado y hasta han controlado desde dirigentes religiosos a jefes de Estados. Sueñan hacer del mundo su señorío, en donde ellos sean los dueños de todo y le dicten sus órdenes al resto de la humanidad. Para ese entonces nosotros seremos unos esclavos modernos. Para llevar a cabo sus planes, los conspiradores cuentan con prácticamente todo el dinero del mundo. No olviden que ellos controlan la gran banca y las grandes corporaciones supranacionales.
Recordemos que sus grandes dirigentes se consideran iluminados por la luz de Lucifer. Según ellos, el Príncipe de las Tinieblas les prometió que reinarían en la Tierra como representación suya. A muchos esas ideas le pueden parecer alocadas, pero créanme que ellos las creen y actúan en base a esas creencias.
¿Por qué creen Uds. que le hicieron un juicio político o impeachment a Trump, cuando ya no es presidente? Por cierto, que uno de los que presentaron los cargos en contra de Trump es, nada menos, que el representante demócrata por California, Eric Swalwell. Este congresista, miembro del Comité de Inteligencia y protegido de Nancy Pelosi, tenía como amante a una espía de China. ¡Sabrá Dios cuanta información secreta pudo haber llegado a Beijing a través de ella! Sin lugar a dudas, este intento de juicio político lo hicieron porque tienen miedo. Miedo al mensaje de Trump, que es su posición anti globalista y anti ateísmo. No olvidan que cerca estuvo Trump de erradicar totalmente sus posibilidades de apoderarse del control mundial. Quizás por eso el presidente Biden no cesa de firmar órdenes ejecutivas. Tal parece que están intentando avanzar lo más posible en menor tiempo. Los globalistas están espantados de que la pesadilla del mensaje nacionalista de Trump siga vivo y vibrante, como parece haber quedado demostrado en la conferencia republicana de Orlando.
En su propósito de enjuiciar a Donald Trump utilizan el asalto al Capitolio como ordenado por Trump. Aparte de ser ridícula esa afirmación, pues aún estaba hablando el presidente, cuando ya la multitud estaba frente al Capitolio. Curiosamente, el asalto comenzó en momento en que varios congresistas estaban pidiendo una investigación bipartidista de las irregularidades ocurridas durante las elecciones. Después del asalto, ya nadie volvió a pedir esa investigación. Algo que llama mucho la atención es ¿por qué no se prestó atención a las advertencias por parte del jefe de la policía del Capitolio y de otras autoridades policiacas de que algo así podría ocurrir? Dando la impresión de que se había decidido dejar que algo así pudiera ocurrir. ¿La pregunta que se me ocurre es? Sería posible que todo lo ocurrido fue algo calculado para dar fin a la posibilidad de una seria investigación acerca de si hubo o no un masivo fraude en las elecciones. Creo que nunca tendremos una respuesta concreta.
Mientras tanto, los conspiradores se aferran a su agenda destinada a hacer triunfar sus planes globalistas. Poco les importa las trágicas consecuencias que tendría para la nación. La historia nos ha demostrado que para lograr su agenda son extremadamente crueles, provocando guerras y genocidios, llevando a naciones al hambre y hasta, como parece ser hoy día, provocando pandemias elaboradas en laboratorios. Por cierto, ahora no quieren que se diga el Virus Chino. Sin embargo, COVID significa China Origen Virus. Acaso hemos olvidado que cuando nuestras ciudades estaban siendo quemadas y saqueadas por los vándalos, muchos dirigentes políticos como Kamala Harris, no sólo lo aprobaba, sino que afirmaba que debían continuar. Otros políticos, como Joe Biden, se arrodillaban en solidaridad con esas turbas. Por cierto, varias veces dije durante la campaña electoral, que Biden no está apto mentalmente para presidir a la nación y que sería sustituido por la vice presidenta Kamala Harris. Pues ahora 36 congresistas demócratas han pedido que Biden entregue el maletín con el control de las armas nucleares. Dando a entender que desconfían de su capacidad para tomar decisiones peligrosas. Me parece que están preparando el camino para declararlo inhabilitado mentalmente. Lo que daría paso a que Kamala Harris ocupe la presidencia.
La realidad es que Estados Unidos ha comenzado un camino distinto y francamente peligroso, para nuestra sociedad democrática. Depende de que el pueblo estadounidense esté a la altura de su historia y que cívicamente haga entender a nuestros gobernantes que por encima de todo nuestra Constitución y nuestros derechos no son negociables y que jamás dejaremos de ser la nación de los libres y los valientes. Oremos para que Dios proteja a Estados Unidos y nos ayude a impedir que se establezca la tiraníٌa de los hijos de la Oscuridad sobre la Humanidad.
Salón Aranegui ---305-267-0117 Sábado 13 de Marzo---2 p.m. 7945 NW 2 St
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