México &Estados Unidos
- Orlando Trujillo
- Apr 19, 2019
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Hace unos días un señor pidió que yo explicara sobre como una parte de los territorios al oeste del Mississippi pasaron de España y México a formar parte de los Estados Unidos.
Bueno, debemos comenzar diciendo que a la llegada de los españoles a la América, en la región de Mesoamérica existían dos grandes civilizaciones: los aztecas y los mayas. Aunque la región era habitada también por toltecas, zapotecas, totonacas, los olmecas, etc. Por cierto, los olmecas tuvieron una esplendorosa civilización que creó la ciudad de Teotihuacán siglos antes del arribo de los aztecas.
Todo parece indicar que los aztecas o mexicas formaban parte de los pueblos chichimecas y era un pueblo nómada y guerrero que afirmaba que procedía de la región de Aztla, posiblemente en el sur de los actuales Estados Unidos. A la llegada de los conquistadores solamente hacía 2 siglos que los aztecas habían logrado crear una alianza con otros dos pueblos de lengua nahua que habitaban en Texcoco y Tlaxcoapan, creando un poderoso imperio gobernado por una teocracia, que basaba su religión en los sacrificios humanos que brindaban a sus dioses en los teocalis. Como se sabe, Hernán Córtes conquistó y destruyó aquel imperio, ayudado por tribus que buscaban liberarse del cruento dominio azteca.
Los conquistadores llamaron a esas tierras “La Nueva España” y al igual que los territorios españoles se extendieron hacia el sur, también lo hicieron hacia el norte, llegando a cubrir una región que hoy comprenden los estados de Florida, partes de Georgia y partes de Alabama y Mississipi; así como Louisiana, Texas, Nuevo México, Arizona, Colorado, Utah, partes de Wyoming, Nevada y California.
En el sudeste estaban la región de La Florida del Este y La Florida del Oeste, así como Louisiana, ambas estaban gobernadas por la capitanía general de Cuba. En tanto que todos los actuales estados al oeste del río Mississipi formaban parte de la Nueva España.
Mientras tanto, las 13 colonias inglesas se habían independizado de inglaterra en 1783 y había nacido oficialmente los Estados Unidos de América. Los hombres que lo poblaban estaban convencidos de dos cosas: primero, que ellos tenían la misión divina de civilizar todas las tierras al oeste de los montes Alleghines y Apalaches; segundo, que era imprescindible para la seguridad y el poder de la nueva república el extender su control desde el Atlántico al Pacífico. A eso llamaron “El Destino Manifiesto”. Para lograr esa misión, el presidente Thomas Jefferson le encargó en 1803 a los exploradores “Meriwether Lewis” y ”William Clark” explorar una ruta que llevara al Pacífico. Para poblar esas enormes regiones se abrió el país a inmigrantes del norte y centro de Europa, a los que se les entregarían tierras gratis.
Mientras tanto, con la invasión napoleónica a España a comienzos del siglo XIX, en la América Hispana habían comenzado a tomar forma las ideas independentistas. Los burgueses criollos adoptaron la tesis de que en ausencia del rey, la soberanía descansaba en el pueblo, mientras que los peninsulares sostenían que sólo los representantes de la corona tenían la autoridad para gobernar hasta que el rey regresara.
Pero ¿cómo estaba compuesto el pueblo de la Nueva España? Bueno, durante el siglo XVIII la sociedad colonial de la Nueva España vivía una época de oro. Su economía se basaba en la exportación de minerales a la metrópoli. Los propietarios de las minas formaban una aristocracia criolla, mientras que el sector financiero y comercial estaban en manos de los peninsulares, así como los altos puestos administrativos, militares y eclesiásticos. La mayoría de los criollos eran propietarios de pequeños negocios y haciendas. También se desempeñaban en profesiones como médicos, abogados, etc, mientras que los amerindios estaban segregados y relegados a la indigencia. La mayor parte de las haciendas criollas estaban hipotecadas a la iglesia, que funcionaba como banco agrícola. Cuando en 1804 la Corona ordenó la incautación de esas hipotecas de capellanía y demandó que se hicieran efectivas, vendiendo las que se hubieran vencido, y que se enviara el dinero a España. eso colmó la paciencia de los criollos y el 15 de Sep. de 1808 el cura Manuel Hidalgo convocó al pueblo de Dolores para que tomara las armas por la independencia. Multitudes de amerindios y criollos se sumaron a la sublevación, incluido el comandante de la plaza, Ignacio Allende.
Tres años después Hidalgo y Allende fueron fusilados, pero aquello no hizo más que alentar a los patriotas, que comandados por otro cura, José María Morelos y una pléyade de patriotas, el 6 de Nov. de 1813 proclamaron la independencia de México. Ya para entonces la sociedad mexicana se había dividido entre los indios, negros, criollos pobres y la pequeña burguesía por un lado y por el otro los terratenientes, los industriales y el alto clero.
La guerra fue larga y el propio Hidalgo fue fusilado en 1815. Tras la muerte de Morelos el movimiento independentista se dividió a su vez y los monárquicos ganaron, pero la Corona no se sentía segura con aquellos burgueses y militares criollos que habían sido sus aliados contra los independentistas, por eso depositaron su confianza en las tropas enviadas desde España a las que se le dio preferencia en ascensos y premios. Aquello creó el descontento entre los militares criollos. A eso se agregó el descontento de la iglesia debido a las medias confiscatorias dictadas en 1820 por el gobierno liberal de Madrid. En ese año el comandante general del ejército monárquico del sur, Agustín de Iturbide”, se unió al patriota, Vicente Guerrero, en la lucha por la independencia. En esta ocasión vencieron y lograron la independencia en 1821. Como sistema de gobierno se instituyó el Imperio Mexicano y se nombró emperador a Iturbide. Aquel imperio apenas duró 2 años y con su disolución se produjo la independencia de Centro América de México. De ahí en adelante se desataron las ambiciones y Mexico se vió presa de continuos levantamiento militares y Golpes de Estado, los que llevaron al joven país al caos.
Mientras tanto, en Estados Unidos se llevaba adelante los planes del “Destino Manifiesto”. España le había entregado a Francia un pedazo oriental de Texas, región que los franceses llamaron Nueva Orleans. El propósito era darle así una salida al Golfo de México a los franceses, que ocupaban desde los grandes lagos hasta el valle de los ríos Ohio y Missouri, con la condición de que cuando no la quisieran debían devolverla a España. Bueno, pues en 1806 Napoleón Bonaparte le vendió La Louisiana a Estados Unidos por 15 millones de dólares oro.
Otra de las regiones adquiridas fue La Florida, que era gobernada por la capitanía general de la Habana. La Florida estaba asediada por corsarios y por esclavistas que acusaban al gobierno español de dar refugio a los esclavos escapados de Georgia (de hecho se habían creado 3 tribus de negros Seminoles. Tanto los indios del norte como los esclavos escapados eran llamados cimarrones y esa palabra se corrompió en Seminoles). Por otra parte, los corsarios desde La Florida atacaban las plantaciones en territorio americano. Para poner fin a esos problemas, Andrew Jackson, en 1813, encabezó una operación militar en La Florida Occidental, que obligó a las tropas españolas a retirarse de Mobile hacia Pensacola y Washington se anexó La Florida Occidental. Tiempo después, en 1817, un grupo de amotinados comandados por el General Gregor Mcgregor, por órdenes de Simón Bolívar, tomó el fuerte San Carlos”, a 35 millas de lo que hoy es Jacksonville y poco después, en la ciudad de Fernandina declararon la independencia de la República de la Florida. En esa ocasión, las tropas de Jackson, acompañadas de tropas españolas recién llegadas de La Habana, aplastaron esa rebelión. Sin embargo, Washington consideró que el debilitado gobierno español no garantizaba el control de su frontera norte , ni la estabilidad de La Florida y, presionada, Madrid le vendió La Florida a Estados Unidos en 1819 por 5 millones de dólares.
Por otra parte, mientras México luchaba por su independencia, muchos colonos procedentes de Estados Unidos fueron asentándose en el casi despoblado territorio de Texas. La condición para establecerse allí era que se hicieran católicos, aprendieran español y respetaran las leyes de la corona. Aunque México se independizó en 1821, no reclamó su soberanía sobre Texas hasta 1824. Entre tanto, el caos político y el descontento popular en México se agravó bajo la dictadura de Antonio López de Santa Anna. ¿Quien era el General Santa Anna? Bueno, había luchado contra los españoles junto a Iturbide y de nuevo cuando españa en 1829 quizo recuperar a México. También combatió a los franceses cuando invadieron a México 1838, en la llamada “guerra de los pasteles” (se trataba de hacerle pagar a México los pasteles que oficiales de Santa Anna se habían comido sin pagar y los daños ocasionado a la pastelería de un francés). En aquella guerra el General Santa Anna perdió una pierna.
Regresando al caso tejano. Como dije, el problema había comenzado cuando en 1835 el dictador Santa Anna abolió la constitución mejicana de 1824. implantando lo que se conoce como “Las 7 Leyes”. unas draconianas medidas de gobierno, como la decisión de anular los títulos de propiedad de tierras concedido por la corona española. Esas medidas irritaron a los tejanos y desató una serie de revueltas y alzamientos en todo México. Aquel fue el pretexto que el virginiano y ex gobernador de Tennessee, Sam Houston, así como el tejano de lengua española, Juan Seguin, estaban esperando para buscar la independencia de Texas. Houston que estaba radicado en el estado de Coagüila, viajó a Nueva Oorleans, en donde reclutó a casi un batallón de ex soldados americanos para que entraran en Texas como colonos.
En 1835 los tejanos finalmente se declararon independientes y Santa Anna, que ya había logrado aplastar los alzamientos en México, se puso al frente de su ejército y se dirigió a aplastar también la revuelta tejana. Al llegar a San Antonio atacó la antigua misión de “El Álamo”. Aquel lugar había sido construido para que los frailes se protegieran de los ataques de los indios y sus paredes parecían más de un castillo que de una misión. Además, los tejanos las habían reforzado para convertir el lugar en un fuerte. Dos mil 300 soldados mejicanos con fuerte artillería atacaron durante 13 días para poder conquistar El Álamo. Al final, habían muerto en combate la mayoría de los 257 defensores del lugar, mientras que unos pocos que fueron capturados heridos fueron fusilados.
Aquellos 13 días le permitieron a Houston reclutar más hombres y en la batalla de San Jacinto, en 1836, el ejército mejicano fue derrotado y Santa Anna capturado. Houston le prometió liberarlo si reconocía la independencia de Texas y el dictador cobardemente aceptó. En realidad, México nunca aceptó la independencia tejana y en 1842 Santa Anna volvió a invadir Texas, pero tuvo que retirarse sin lograr su propósito de reconquistarla. Los tejanos atemorizados reclamaron la anexión a Estados Unidos, lo que se logró en 1845, provocando las protestas del gobierno mexicano.
Ahora, el caso de California fue distinto. California estaba administrativamente dividida en Baja y Alta California. Tanto la corona española, como después el gobierno mejicano tuvieron a la Alta California agobiada por los impuestos. De hecho, California era poco menos que la provincia olvidada del gobierno central de México. no obstante, durante años muchos colonos americanos se habían asentado en Alta California, pero para el 1845 el gobierno mexicano vislumbraba en el horizonte una posible guerra con Estados Unidos por los problemas fronterizos en Texas. México promulgó medidas drásticas, como prohibir a los americanos comprar o rentar en California y se esperaba una posible expulsión de todos los americanos de la provincia de Alta California.
Entonces un grupo de colonos formaron una sociedad secreta llamada “Osos Grizzly”. Su meta era anexar California, bien a la Gran Bretaña, a Francia o a los Estados Unidos. Se produjeron varias escaramuzas entre los rebeldes y los militares mejicanos, hasta que unos 250 hombres capturaron las barracas del cuartel de Sonoma, en donde alzaron la bandera de California. El 5 de Julio de 1846 declararon la independencia de la República de California. Sin embargo, por lo difícil de las comunicaciones, los californianos no sabían que Estados Unidos y México ya estaban en guerra y que unos días antes tres buques de guerra estadounidenses habían atacado la bahía de Monterrey en California y que habían desembarcado tropas. Así, el 9 de Julio, Washington se anexó a California.
Aquella guerra entre México y Estados Unidos duró 3 años y fue cruenta. Tres ejércitos penetraron en México por el norte y un cuarto desembarcó en Veracruz.
Esa fue la primera guerra que Estados Unidos peleaba en un país extranjero y fue el resultado de una disputa territorial. Todo comenzó porque México no reconocía la frontera de Ttexas en el Río Grande y consideraba su territorio hasta el Río Nueces, pero los tejanos afirmaban que el acuerdo con Santa Anna señalaba que el Río Grande era la frontera. Entonces una patrulla americana que recorría la zona fue atacada por tropas mejicanas. En respuesta, el General Zachariah Taylor ordenó estacionar tropas en la región y el 6 de Mayo de 1846, el general mejicano, Mariano Arista, atacó con 3 mil 700 hombres a los 2 mil 300 de Taylor, en lo que fue la batalla de Palo Alto. México perdió esa batalla y así comenzó la guerra que ocasionó cerca de 40 mil muertos: 17 mil de Estados Unidos y 23 mil Méjicanos. Además, la guerra le costó a México perder la mitad de su territorio, más de 2 millones de kms. cuadrados, incluyendo a Texas.
Por el tratado de “Guadalupe-Hidalgo”, México perdió las provincias de Alta California y Nuevo México. Esos territorios hoy día comprenden los estados de Nuevo México. Arizona, Nevada, Utah, Colorado, parte de Wyoming y de California y hay que agregar a Texas. Washington pagó 15 millones de dólares en compensación a México y asumió la deuda de 3 millones que México tenía con Estados Unidos.
Aquella guerra produjo una profunda herida psicológica en el pueblo mexicano y despertó un enorme resentimiento hacia Estados Unidos. Mientras que en este país algunas voces, como la de Abraham Lincoln, se alzaron en contra de esa guerra, pero muchos otros consideraron que fue necesaria para cumplir con el Destino Manifiesto, de que el territorio de Estados Unidos se extendiera hasta el Océano Pacífico.
En el camino por conquistar para Estados Unidos todo el territorio continental hasta el Pacífico, en 1830 se habían dictado las medidas por las que las tribus de indios serían internadas en reservaciones. se alegaba que era para apartarlos de su vida nómada y primitiva y acondicionarlos para que se pudieran integrar a la sociedad estadounidense. Desgraciadamente la realidad fue que políticos inescrupulosos se aprovecharon para despojar de sus tierras a las tribus.
Otro lugar en disputa era el territorio al norte de California, llamado Oregón. Un territorio que hoy comprenden los estados de Oregón, Washington, Montana, Wyoming y Idaho. Ese territorio que era compartido por Inglaterra, Rusia y España lo reclamaba Estados Unidos. En 1818 España cedió su parte en Wyoming a Estados Unidos. En 1824 Rusia hizo lo mismo con el tramo de costa que ocupaba en el actual Oregón. En 1846 Washington y Londres firmaron “El Tratado de Oregón”, que le cedió a Estados Unidos lo que hoy es el estado de Washington. Con esos territorios se completaba el mapa de Estados Unidos como un país que comprendía sólidamente todo el territorio continental de costa a costa y desde el Canadá a la frontera mexicana.
Otra adquisición de tierras fue la compra de Alaska a Rusia en 1867, cuando el zar Alejandro II decidió vender la península de Alaska a Estados Unidos en 7 millones de dólares. La venta se debió a que Rusia sufría una grave crisis económica y además, el Zar estaba consciente de que sus enemigos, los británicos, podían invadir Alaska en cualquier momento y Moscú no contaba con los recursos para defenderla. La compra no complació a la mayoría de la población americana. Muchos consideraron que la compra era una locura. Decían ¿por qué gastar dinero para comprar hielo y osos polares?
Por esa época, la industrialización en el nordeste del país demandaba mano de obra y el país se abrió a la inmigración de europeos, especialmente de irlandeses y alemanes. Mientras que en California se descubría oro, negras nubes se cernían sobre el país. Se debía a que el tema de la esclavitud hacía crisis, porque el sur se aferraba a los esclavos como mano de obra necesaria para el cultivo del algodón. entre tanto en el norte muchos luchaban por la abolición. Algunos de manera violenta como los hombres de John Brown.
En las elecciones de 1860, el tema de la esclavitud fue determinante para que el republicano y abolicionista Abraham Lincoln ganara la presidencia. Al año siguiente el sur pensó que había llegado el momento de separarse de la unión, pero el norte no aceptó que el país se dividiera y así comenzó la guerra civil americana. Por su parte, México también estaba en una guerra civil entre liberales y conservadores y aunque los liberales habían prácticamente derrotado a sus enemigos, las finanzas del país estaban en ruina. Eso hizo que el presidente liberal Benito Juárez anunciara en 1861 la suspensión de pagos de la deuda externa. Aquello provocó la invasión militar del país por parte de Francia, Gran Bretaña y España en 1862. Poco después Gran Bretaña y España aceptaron un acuerdo con México y se retiraron, pero Francia continuó la invasión, porque políticos conservadores habían acudido a Napoleón III para que les ayudara en la guerra. Entonces se decidió buscar un monarca para México y se eligió al archiduque austriaco, Maximiliano de Habsburgo y su esposa Carlota de Bélgica. Las tropas francesas, ayudadas por tropas belgas y austriacas, acudieron a México para derrotar a los liberales y establecer el imperio mejicano.
Aquello fue tomado con verdadera preocupación por Washington, que veía en ello como los poderes europeos regresaban a América. Algo que, en La Doctrina Monroe, Estados Unidos había dicho que no toleraría, pero poco pudo hacer Lincoln para ayudar a los juaristas, ya que Washington estaba inmerso en su guerra civil. La verdad detrás de la invasión francesa estaban los sueños de Napoleón III de crear un imperio títere de Francia en lo que él llamó América Latina. En poco tiempo las tropas imperiales pudieron controlar el 80 % del territorio mejicano, lo que obligó a Juárez a refugiarse junto a la frontera con Estados Unidos. Cuando terminó la guerra civil americana, Lincoln decidió brindarle ayuda a Juárez y con las armas que le facilitó, los juaristas comenzaron a propinarles fuertes golpes a las tropas imperiales. Además, la situación europea había cambiado. Austria había sufrido una derrota frente a Prusia y francia se abocaba a una inminente guerra con Prusia. También se temía que Estados Unidos interviniera en el conflicto mejicano. Todo eso hizo que Napoleón III ordenara la repatriación de sus tropas y lo mismo hicieron Austria y Bélgica, dejando sólo a los conservadores mejicanos y a Maximiliano. Aunque París le pidió al emperador regresar a Europa, éste no quiso abandonar a quienes le habían servido. La última batalla del imperio fue en la ciudad de Querétaro, en donde fueron derrotados por los juaristas y el 19 de Julio de 1867 Maximiliano y los generales Miramón y Mejías fueron fusilados en el Cerro de las Campanas.
La amistad de Juárez con Lincoln y la ayuda que Estados Unidos brindó al gobierno republicano de México limó en parte el resentimiento que había dejado la guerra entre ambos países. Por cierto, que Juárez admiraba tanto a Lincoln que se vestía como él. De ahí en adelante, las relaciones entre ambos países se fueron estrechando hasta que en época del presidente Porfirio Díaz eran muy amistosas. Durante los años de la revolución mexicana, Estados Unidos fue el respaldo que buscaron la mayoría de los sucesivos gobernantes del país azteca, pero esa amistad se resquebrajó cuando llegó a la presidencia Lázaro Cárdenas. Este militar mejicano era un político de izquierda que militaba en El Partido Revolucionario Institucional o el PRI. El dictador de ese partido, Plutarco Elías Calle, había nombrado a Cárdenas de dedo presidente de México en 1934 y Cárdenas se alió al dirigente laboral comunista , Lombardo Toledano, para en 1938 nacionalizar el petróleo y todas la empresas extranjeras. Sin embargo, la amistad con Estados Unidos se renovó durante la Segunda Guerra Mundial, cuando México participó en la guerra junto a los aliados. Precisamente durante la guerra y debido a la falta de brazos se creó el “programa braceros”, que permitía a los mejicanos venir temporalmente a Estados Unidos para trabajar en las labores agrícolas y después debían regresar a su país. Muchos se quedaron aquí, por lo que terminada la guerra el presidente Harry Truman deportó a 2 millones de ilegales Méxicanos, para proveer trabajo a los soldados licenciados. Sin embargo continuaron llegando ilegales y en 1954 el gobierno mejicano le pidió a Estados Unidos que devolviera a esos trabajadores que hacían falta en los campos mejicanos. Por mutuo acuerdo, el presidente Ike Dewey Eisenhower, con 700 agentes y 300 jeeps, deportó en 1954 a un millón 78 mil 168 y en 1955 a 242 mil 608 en lo se llamó “Operación Espalda Mojada”.

En conclusión, las relaciones de México y Estados Unidos han sido de amor y odio. El resentimiento hacia el yanqui está generalizado en el país azteca, pero por otro lado los mejicanos viven enamorados de todo lo proveniente del norte, desde la moda a la tecnología. no debemos olvidar que México es el segundo socio comercial de Estados Unidos.
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